
La lipoescultura, es una técnica quirúrgica empleada para eliminar depósitos de grasa de determinadas zonas del cuerpo, incluyendo las mejillas y el cuello, los brazos y las mamas, el abdomen, las nalgas, las caderas y los muslos, y las rodillas y los tobillos.
La técnica de la lipoescultura consiste esencialmente en la aspiración de la grasa mediante la introducción de una pequeña varilla hueca llamada cánula que está conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, según el caso, y realizando numerosos túneles en el área previamente marcada.
La lipoescultura no es un sustituto a la pérdida de peso, sino un método para retirar acúmulos localizados de grasa que no responden ni a la dieta ni al ejercicio. Volviendo sobre el tema de que se entiende por lipoescultura, este es un procedimiento quirúrgico que mejora el contorno del cuerpo eliminando el exceso de grasa de los depósitos se encuentra entre la piel y músculo. La lipoescultura consiste en la utilización de un pequeño tubo de acero inoxidable, llamado cánula (de la palabra latina para la caña, tubo, caña de azúcar). La cánula que se utiliza en lipoescultura está conectada a una potente bomba de succión que absorberá la grasa a través de pequeñas incisiones que el experto cirujano realizará en la piel.
El objetivo de la lipoescultura es eliminar el exceso de depósitos de grasa, mejorar el contorno del cuerpo y la proporción y, en última instancia, mejorar su propia imagen. Como ocurre en toda cirugía estética, el éxito de una lipoescultura dependerá de una serie de factores individuales, tales como la edad, la elasticidad de la piel, el peso y la salud del paciente en general. La lipoescultura no es aconsejable para personas con un sistema inmune debilitado, diabetes, problemas del corazón o las arterias. El mejor candidato para someterse a una cirugía de lipoescultura es una persona con un peso no superior al 30% de su peso ideal, con buena salud, piel elástica, buen tono muscular y que sufre de un exceso de grasa localizado en alguna zona de su cuerpo y que no responden a la dieta o el ejercicio.
Por todo lo dicho, es que la lipoescultura no es un tratamiento de la obesidad, sino que está destinada a corregir aquellas regiones del cuerpo en las cuales persiste grasa acumulada rebelde a la dieta y al ejercicio. En algunas ocasiones la lipoescultura es complementaria a otros procedimientos de cirugía estética. La lipoescultura generalmente se realiza con anestesia local y sedación, pero en casos muy extensos se llevará a cabo con anestesia general. La técnica de la lipoescultura consiste esencialmente en la aspiración de la grasa mediante la introducción de una pequeña varilla hueca llamada cánula que está conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, según el caso, y realizando numerosos túneles en el área previamente marcada.
La lipoescultura siempre se realiza en un quirófano. Una vez realizada la lipoescultura, se utilizará un vendaje compresivo o una prenda elástica según el área tratada. Es normal que aparezcan cardenales e inflamación de los tejidos en la zona aspirada. No se deben evaluar los resultados de una lipoescultura antes de que hayan transcurrido un mínimo de tres meses.
Si la elasticidad cutánea estaba disminuida pueden quedar irregularidades o pequeñas depresiones que pueden requerir corrección adicional mediante lipoesculturas selectivas y/o inyecciones de grasa. Las mujeres pueden someterse a una lipoescultura en la región de la papada, en las caderas, los muslos, el abdomen, debajo de los brazos y alrededor de la mama. En los hombres, las áreas que más frecuentemente son tratados con lipoescultura son, la papada y alrededor de las caderas. La lipoescultura también puede emplearse en los hombres para reducir el pecho aumentado, condición conocida como ginecomastia.
Lipoescultura Laser
La lipoescultura láser, también conocida en el mercado como laserlipólisis, es la técnica más moderna que existe en el campo de la lipoescultura. Es importante señalar que la lipoescultura láser difiere de la lipoescultura tradicional básicamente en que se utiliza el láser para destruir la grasa (para que se pueda succionar utilizando una cánula, como se hace en cualquier otra técnica de lipoescultura). La lipoescultura utiliza el haz de luz de un láser para destruir la célula de grasa. La novedad de esta técnica es que el láser no lesiona otros tejidos. Al entrar en contacto con la grasa, la “derrite”, originando la licuefacción (la grasa se licua, convirtiéndose en una emulsión semilíquida que se puede extraer o succionar fácilmente).
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